domingo, 24 de enero de 2016

Cómo hacer el Saludo al Sol en Silla - Surya Namaskar



Realiza esta variante en silla del Saludo al Sol clásico si estás sufriendo de dolor de espalda o tienes problemas para ponerte de pie o mantener el equilibrio.

El Saludo al Sol sentado en silla es un buen ejercicio de calentamiento para realizarlo al comienzo de una sesión de Yoga para adultos mayores. También es fácilmente adaptable a tu silla de trabajo y puedes practicarlo para aflojar las articulaciones rígidas y las partes del cuerpo cansado y tenso por tantas horas en la misma posición.


Ideación: "El Saludo al Sol es un buen ejercicio de estiramiento para cualquier momento de la jornada, pero es especialmente adecuado para recibir el nuevo día. Al hacerlo hay que imaginar que uno realmente saluda al Sol y extrae de él energía que se convertirá en salud y poder. Cuanto más podamos recogernos hacia nuestro interior, más descubriremos el sol que brilla en el centro de nuestro ser". (Joy Devi, 2006)

Efecto: Revitaliza todo el cuerpo y calma la mente.

Secuencia: Realiza esta Vinyasa a un ritmo de moderado a rápido como un calentamiento al inicio de tu sesión de Asanas. O para bajar los decibeles de tu mente a un ritmo más lento al final de la misma.

Recomendaciones: Elije una silla con respaldo y observa que las patas estén niveladas (no se tambaleen). La altura ideal te permitirá pisar completamente el suelo con ambos pies. Siéntete apoyando los isquiones (esos huesitos que sobresalen de la cola) con la columna vertebral erguida y sin tocar el respaldo. 

Los movimientos de la Vinyasa son:


#1.- Postura de la Montaña (*): Para comenzar, siéntate en una silla con la columna erguida. Separa los pies por el ancho de tus caderas. Observa que estén paralelos y bien apoyados en el piso en linea con tus rodillas. Junta las palmas a la altura de tu pecho. Respira varias veces tomando conciencia de la entrada y salida del aire por las fosas nasales.

#2.- Postura del Saludo Alto: Inhala mientras estiras los brazos por arriba de la cabeza y arqueas la columna suavemente hacia atrás. Mira hacia tus manos.

#3.- Postura de la Pinza: Exhala mientras bajas el torso y los brazos hacia adelante. Si puedes apoya tus manos en el piso a cada lado de los pies (si no sobre los muslos o las antepiernas). Relaja la cabeza entre las piernas.

#4.- Rodilla al Pecho (1): Inhalando abraza la pierna derecha con ambas manos, y tráela hacia el pecho apoyando el pie en el borde del asiento. Estira la columna hacia atrás abriendo el pecho. Relaja el cuello, la mandíbula y la lengua.

#5.- Rodilla al Pecho (2): Exhalando cuerva el torso hacia adelante y lleva la frente a la rodilla.

Movimiento de Transición: Libera la pierna apoyando el pie nuevamente en el piso.

#6.- Igual a la postura #2.

#7.- Igual a la postura #3.

#8.- Igual a la postura #4 con la pierna izquierda.

#9.- Igual a la postura #5 con la pierna izquierda. 

Movimiento de Transición: Baja la pierna y apoya el pie en el suelo.

#10.- Igual a la postura #2.

#11.- Igual a la postura #3.

#12.- Igual a la postura #2.

Cierra la ronda: Inhalando regresa a la posición de inicio, trayendo las palmas hacia el centro de tu pecho. Respira unas cuantas veces antes de realizar la siguiente vuelta de Saludo al Sol.

Para terminar: Permanece en la Postura de la Montaña sintiendo los latidos de tu corazón y observando tu respiración. Relaja todo tu cuerpo. Percibe el efecto vivificante de la serie, como si hubieras tomado un baño de sol matutino.


(*) Nombre de las posturas en su variante en silla.


Repeticiones: Puedes repetir hasta 3 Saludos al Sol completos. 

Respiración: Respira de forma natural y fluida por la nariz. Inhala al abrir el cuerpo y exhala al cerrarlo. Si observas que tu respiración se vuelve irregular o forzada, deberás ir más lento en los movimientos; o bien detente y descansa hasta que notes que tu respiración vuelve a la normalidad. 

Atención: En esta secuencia encadenada de posturas el cuerpo se mueve de arriba a abajo y viceversa. Para evitar mareos muévete con cuidado de una postura a la otra.

Variante: Comienza lento y a medida que tu cuerpo se suelte puedes aumentar la velocidad de los movimientos.


Beneficios:

  • Afloja las articulaciones rígidas.
  • Flexibiliza la columna vertebral.
  • Libera la tensión en la espalda y el cuello. 
  • Activa la circulación y oxigena la sangre. 
  • Alivia los gases del estomago.


Fluye con tu práctica. ¡Namasté!

Texto: Natalia Calvo


Fuente en Internet: 
Joy Devi, Nishchala. Yoga, camino de sanación. Disponible Aquí




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