viernes, 9 de febrero de 2018

Cómo Saber Si Tu Práctica de Yoga está Funcionando

  


“Conócete a ti mismo”[1]


El Yoga es una ciencia práctica milenaria que busca el desarrollo espiritual de las personas a través del autoconomiento interior.  Para ello se vale de distintas prácticas complementarias: psicofísicas –posturas y ejercicios respiratorios-, y mentales –concentración y meditación-  permitiendo que el proceso de despertar de la conciencia interior sea parte de un aprendizaje voluntario, gradual, suave y de adentro hacia afuera. Es así como una práctica regular de Yoga puede ayudarte a incorporar hábitos saludables y una mirada más espiritual de la existencia. A medida que tú Ser Divino comienza a buscar alimentarse de mayor bienestar, armonía y paz interior, aumentará tu poder interior para lograr los cambios que quieres realizar en tu vida, en tus relaciones familiares, sociales, laborales y con el mundo natural y material que te rodea.


“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Mahatma Gandhi

El cambio de percepción debe empezar primero por ti mismo. Observando minuciosamente la forma en que te relacionas contigo mismo, con tu cuerpo, con tus pensamientos, con tus emociones. Mirar hacia nuestro mundo interior puede doler, puede despertar temor, incluso resistencias y negaciones; pero debemos confiar en nuestro maestro interior que con paciencia y amor irá sanando, perdonando y dejando ir todo lo que ya no necesitamos para nuestro desarrollo espiritual.

Darnos cuenta que ciertas creencias heredadas, patrones culturales incorporados y algunos valores impuestos socialmente (como el tener sobre el ser, el poder sobre el saber, el éxito sobre la ética, lo individual sobre lo colectivo y lo material sobre lo espiritual), ya no condicen con nuestro sentir, es un claro signo de que el cambio de mentalidad está teniendo lugar.


Disfruta del viaje espiritual. 

Tiene sorpresas maravillosas y mucho aprendizaje existencial


Así, con nuevos ojos se inicia este camino espiritual que desandarás toda tu vida como un acto de plena libertad. Eligiendo que pensar, eligiendo que sentir, eligiendo que hacer, eligiendo a quién amar, eligiendo a qué le dedicas tu atención y energía. Tomando en tus manos tu vida, que es responsabilizarte de tus propias decisiones, acciones y las consecuencias que ella implica.  
Vale equivocarse, tropezar y caer, porque el camino espiritual tiene muchos obstáculos y muchos falsos maestros intentarán distraerte. Por eso ve despacio y con determinación. Mantén los ojos bien abiertos, sobre todo el de la intuición. Y pide a tu Maestro Espiritual discernimiento para reconocer lo verdadero y bueno ante los ojos de Dios. Ten fe en la sabiduría y buena voluntad de tu Maestro, permanece en la misma sintonía de pensamiento y sentimientos que él. Olvídate de los resultados y los milagros y bendiciones comenzarán a aparecer.


Cómo Medir el Progreso de tu Práctica de Yoga. 



El progreso de tu práctica de Yoga puede percibirse a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, no existe una forma de medición exacta de dicho progreso. Sólo tú puedes evaluar con sinceridad el impacto que va dejando en tu vida tu práctica de Yoga. Por favor, no esperes un avance lineal y ascendente, ni intentes allanar el camino. Tu práctica seguramente tendrá sus altibajos, momentos de avances y momentos de retrocesos. Ten paciencia y persiste.  
El día tiene 24 horas, encuentra un momento de silencio y práctica. Solo de eso debes ocúpate: de practicar siendo consciente de todo lo que ocurre en el momento presente. Despreocúpate de los resultados a futuro y cuando menos lo esperes empezarás a notar que tú práctica de Yoga cambia, que tus patrones de pensamiento y sentimiento cambian, que tus esquemas de acciones y respuestas cambian, que la forma de vivir tus relaciones personales cambian. En fin, que tu vida se está transformado.


Registra tu Práctica de Yoga en un Diario Personalizado



Al tomar en serio tu práctica de Yoga, puede ser útil seguir un diario donde puedas volcar tus vivencias. Puedes clasificarlas en categorías, por ejemplo: 
  • Estado de ánimo antes y después de tu práctica (alegre/triste, motivado/desmotivado, tranquilo/nervioso, pacífico/irritable, contento/enojado, sereno/ansioso, etc.)
  • Sensaciones durante y después de tu práctica (placer/dolor, calor/frío, relajación/tensión, estabilidad/temblor, alegría/angustia, seguridad/miedo, flexibilidad/rigidez, etc.). 
  • Pensamientos durante la práctica, realizando labores domésticas, trabajando, viajando, etc. (positivos, creativos, constructivos, etc.). 
  • Logros (cuando intentes abordar una postura que te resulta desafiante o te produce temor practicarla, cuando ya no te duermas en savasana –Postura del Muerto-, cuando alcances tu objetivo de meditar –cinco minutos, diez minutos, etc-). 
  • Frecuencia (todos los días, día por medio, etc.). 
  • Horario de práctica (por la mañana, por la tarde, por la noche, por la madrugada) ¿cuál te sienta mejor?
  • Alimentación (consciencia al ingerir los alimentos, tipos de alimentos elegidos, horario de las comidas, frecuencia en la ingesta, etc. ¿comienzas a identificar aquellos alimentos que te sientan mejor, que te aportan más energía y tienen una mejor digestión?  
  • Relaciones interpersonales (¿en tus interacciones de hoy fuiste amable, mostraste respeto hacia los demás, tuviste la oportunidad de hacer el bien a alguien y que ayuda ofreciste? Identifica aquellas personas con las que tuviste un trato tenso y revisa el motivo del enojo o la insatisfacción; y plantéate cómo podrías llevarte mejor (tal vez bajando tus expectativas, tal vez dándote cuenta que esa persona está reflejando una cualidad tuya que te disjunta y quisieras cambiar en ti mismo, tal vez aceptando su punto de vista y decisión, tal vez dejando de querer controlar la relación, etc.). 
  • Sueño (cuántas horas logras descansar, ¿es realmente un sueño reparador? ¿te despiertas a media noche? ¿tuviste pesadillas? etc.). 

Estas son solo algunas ideas disparadoras. Tu diario irá tomando forma de acuerdo a tu creatividad y se llenará de contenido de acuerdo a tu propia experiencia psicofísica, espiritual y social.    


Qué Ocurre en la Mente-Cuerpo 

de un Practicante Regular de Yoga


Después de una sesión de 20 o 60 minutos: Inicia el proceso de Auto observación
  • Bajan los niveles de ansiedad.
  • Aumenta la oxigenación celular.
  • Liberan toxinas del cuerpo.
  • Mejora la respiración natural.
  • Mejora la digestión.
  • Libera la tensión muscular.
  • Aumenta el metabolismo y la energía psicofísica.
  • Relaja la mente.
  • Claridad de pensamiento.
  • Mejora el estado de ánimo.
  • Empieza el camino hacia la auto observación.
  • Comienza un proceso de reajuste energético.

Tras unos meses de práctica: Proceso de Reajuste Energético
  • Mejora la función cerebral y la memoria.
  • Aumenta la capacidad de concentración.
  • Mejora el sentido del equilibrio físico y emocional.
  • Aumenta la flexibilidad muscular y articular.
  • Aumenta el tono muscular y la resistencia física.
  • Mejora la capacidad pulmonar.
  • Mejora la piel.
  • Mejora el funcionamiento de todos los órganos internos.
  • Alivia el dolor crónico de cuello y espalda.
  • Mejora la postura corporal.
  • Regula la presión sanguínea.
  • Regula los niveles de azúcar en sangre.
  • Refuerza el sistema inmunológico.
  • Deseo de incorporar hábitos saludables.
  • Aumenta la autoestima, la autoconfianza y el respeto hacia los demás.
  • Aumenta la afectividad y la empatía.
  • Aparece la sensación de paz interior.
  • Despertar de valores espirituales universales.
  • Reconocimiento del Ser Divino Interior.
  • Bajan las resistencias al cambio.

Después de unos años de práctica: Integración de la práctica y filosofía de Yoga a la espiritualidad del Ser Divino.
  • Mantiene saludable el sistema nervioso e inmunológico.
  • Mantiene la densidad ósea.
  • Mantiene un peso saludable.
  • Menor riesgo de sufrir enfermedades coronarias y cerebrales.
  • Menor riesgo de sufrir lesiones físicas.
  • Prolonga la juventud.
  • Bajan las vibraciones mentales.
  • Mejor control de los pensamientos y las emociones.
  • Mejor control de la expresión verbal.
  • Aumenta el deseo de ayudar y hacer el bien a otros.
  • Bajan las resistencias del ego.
  • Desarrollo de prácticas espirituales elevadas.


¡Namasté!

Texto: Natalia Calvo


Notas de la Autora: Las opiniones dadas en este artículo son personales y producto de la integración realizada a partir de mis experiencias como practicante y como instructora de Yoga, y a la consulta de libros espirituales, guías prácticas de asanas, relacionados a la salud y el bienestar integral.-  

¡Muchas Gracias por leerme!


Maranatha ("Ven Señor, ven Señor Jesús")

Om Kriya Babaji Nama Aum

Om Mani Padme Hum




[1] "Gnothi Seautom". Aforismo griego atribuido a Sócrates, encontrado impreso sobre un antiguo santuario de Delfo.  

4 comentarios:

  1. Te escribo desde Ecuador, muchísimas gracias por compartir tan importante información y traer luz al camino espiritual que muchos(a) personas hemos estado buscando, namaste

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  2. Muchas gracias Susana por tu comentario! Saludos desde Argentina

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  3. ¿Cómo saber si tu práctica de Yoga te está funcionando?

    Pues por las mejoras (en plural) que va notando la persona que lo práctica en su vida, día a día.

    Ahí en el listado de beneficios personales que se van asentando, lo has clavado,

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  4. Y el único consejo, realmente positivo, que se puede dar a una persona al respecto es:

    "Práctica Yoga, y experimenta.por ti mismo/a sus efectos y beneficios".

    Muy buen artículo el que has escrito.

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