martes, 28 de febrero de 2017

Yoga para tu Cerebro #1


Por mucho tiempo se creyó que a medida que transcurría el tiempo, la función cerebral del ser humano declinaba inevitablemente. Hoy en día, gracias a las investigaciones de la neurociencia, se sabe con certeza que el cerebro no sólo puede desarrollarse a lo largo de toda la vida y mantener su jovialidad, sino que al sufrir alguna lesión puede recuperarse -dependiendo de la lesión y de cada persona-. 

"Existe una diferencia muy pequeña entre la capacidad funcional de los cerebros de las personas sanas y jóvenes y los pertenecientes a personas sanas de edad avanzada."

¿Quién es mi cerebro?

"Es un músculo que posee la capacidad de absorber y almacenar una infinita cantidad de información -externa e interna-, y puede manipular esa información en forma inmediata."
El cerebro es la parte más importante del sistema nervioso, el cual es indispensable para la supervivencia del cuerpo. Por su peso, el cerebro constituye el 90 por ciento del sistema nervioso central.
El músculo cerebral se encuentra en el cráneo pero tiene una prolongación llamada médula espinal que desciende hacia el interior de la columna vertebral. Del cerebro y la médula espinal parten nervios que se conectan a los órganos vitales y sensoriales, los huesos y músculos; es decir, a cada rinconcito del cuerpo. 


¿Cómo puedo mantener y mejorar la salud de mi cerebro?


Lo primero es una buena nutrición: Estamos acostumbrados a comer para saciar el hambre y no para aportar los nutrientes -que luego se metabolizan en la energía- que necesita no sólo el cerebro para funcionar de manera eficaz sino todo el organismo. Una dieta lo más alcalina posible será lo mejor para tu sistema nervioso. Es decir, una alimentación rica en vegetales -como el brócoli y la coliflor-, frutos secos -como la nuez-, semillas -como la chía-, legumbres -como el garbanzo-, cereales -como el arroz integral-; y por supuesto una buena dosis de agua diaria. 

Lo segundo es una buena respiración: Nuestro cuerpo tiene su propia inteligencia y nos permite respirar para mantenernos con vida. Sin embargo, gracias a la Ciencia del Yoga podemos aprender a respirar de manera consciente y eficiente. Las técnicas de respiración yogui tienen muchos beneficios, entre ellos podemos mencionar que aporta una mayor oxigenación a las células del cerebro -neuroglia y neuronas-, permite expulsar las toxinas, estimula o relaja -según necesidad- el sistema nervioso, etc. 

Lo tercero es un buen descanso: La práctica consciente de las posturas de yoga y la meditación nos induce a un estado de relajación física y mental profunda. La actividad cerebral es observable científicamente mediante un aparato llamado electroencefalograma. Sin embargo cada persona puede aprender a observar sus estados mentales y a percibir la disminución progresiva de las ondas cerebrales de gamma (mayor excitación) a delta (relajación profunda). Es sabido que el cerebro necesita descansar -"desconectar"- por unas horas para revitalizarse. Privar al cuerpo del sueño es una verdadera tortura para todo el sistema. Los ejercicios de relajación ayudan mucho a despabilar el cerebro y desprendernos de las preocupaciones o pensamientos circulares que nos quitan el sueño y nos mantienen en un estado de permanente tensión y estrés.

Lo cuarto es una buena motivación: El cerebro -al igual que los demás músculos- necesita ser estimulado para mantenerse en condiciones óptimas de salud y cognición, y esto es vital no solo para el sistema nervioso central sino también para todo el organismo. La motivación es una aspecto muy positivo de nuestras actividades cotidianas, nos permite centrar la atención en lo que estamos realizando, así como descubrir y potenciar nuestras destrezas físicas y mentales. 

Lo quinto es un buen entrenamiento: El cerebro, tal como ocurre con los músculos, se atrofian si no los usamos continuamente. Las posturas de yoga -asanas- son mucho más que estiramientos físicos. Personalmente me gusta llamarles "ejercicios psicofísicos" ya que involucran el cuerpo y la mente, y por lo tanto tiene efectos sobre ambos. A esto apunto con la siguiente sesión de yoga que incluyen posturas de equilibrio con las cuales estimulamos la concentración y la coordinación, e inversiones con las cuales mantenemos la cabeza hacia abajo aliviando el trabajo del corazón.


Sesión de Yoga para mantener saludable tu cerebro:


Advertencia: No todas las posturas son indicadas para todas las personas. Práctica con atención y escucha los mensajes que te envía tu cuerpo

Thorpi Karnam
Sostener las Orejas con las Manos
# 1.- Yoga Super Cerebro: Para realizar este ejercicio deberás quitarte previamente los aros bijou o piercing que lleves puestos en las orejas. De pie con los pies separado por el ancho de las caderas y paralelos uno con el otro. Lleva la mano derecha hacia la oreja izquierda y tómate del lóbulo con el dedo pulgar por delante y el índice por detrás. Presiona y masajea un momento el lóbulo izquierdo para estimular la parte derecha de tu cerebro. A continuación, realiza la misma acción con la mano izquierda en el lóbulo derecho para estimular la parte izquierda de tu cerebro. Ahora, con ambas manos; observa que el brazo derecho quede por debajo del izquierdo. Intenta enrollar la lengua hacia atrás y arriba del paladar, y mantenla así durante todo el ejercicio. Aprieta tu zona genital -como si te estuvieras aguantando las ganas de ir a orinar-. (La acción de contraer los esfínteres anales, el suelo pélvico y el bajo vientre recibe en la Ciencia del Yoga el nombre de Mula Bandha). Inhalando flexiona las rodillas bajando tu cuerpo tanto como puedas con comodidad. Exhalando incorpórate, libera el mula bandha y relaja. Repite de 8 a 14 veces -diariamente-. Luego, permanece autoobservando su efecto por unas 5 respiraciones. 


# 2.- Postura del Flautista o Señor Krishna Tocando la Flauta: De pie, traslada el peso de tu cuerpo hacia la pierna izquierda y cruza el pie derecho por arriba del izquierdo; apoyando las puntas de los pies hacia adentro y quedando el talón apuntando hacia arriba. Quiebra suavemente la cadera hacia la izquierda. Flexiona tu brazo derecho y lleva la mano izquierda a la altura del hombro derecho. Forma con cada mano el Mudra de la Energía -Apan Mudra- juntando los dedos medio y anular con el pulgar y dejando extendidos los dedos meñique e índice (como si estuvieras sosteniendo una flauta). Dirige tu mirada hacia las manos. Sostén la postura por unas 8 respiraciones profundas. Luego desarma y práctica del otro lado por la misma cantidad de respiraciones.
Si esta postura te resulta muy fácil prueba practicar una segunda ronda despegando el pie que cruza unos centímetro del suelo. 

Puedes ver más detalles de esta postura haciendo click ➽ Postura del Flautista



# 3.- Saludo a la Nube: De pie con las piernas separadas por el ancho de tus caderas, inhalando eleva los brazos por los lados hasta que las palmas se toquen arriba de tu cabeza. Fija tu mirada en un punto para ayudarte a mantener el balance y sonríe durante toda la postura. Exhalando baja las manos unidas en posición de oración hasta tu pecho, a la vez que elevas la rodilla izquierda hacia el abdomen. Inhalando comienza a bajar la pierna a la vez que separas las manos y vas subiendo los brazos por los lados hasta que nuevamente las manos se toquen por arriba de tu cabeza. Coordina los movimientos de tal manera que el pie se apoye en el piso en el mismo momento que tus manos se tocan arriba. Repite lo mismo con la pierna derecha. Practica varias vueltas de ambos lados. Recuerda realizar movimientos suaves y continuos.

Puedes ver más detalles de esta postura haciendo click ➽ Saludo a la Nube 

# 4.- Postura de la Pinza de Pie: De pie con los pies un poco separados. Inhala mientras elevas los brazos por los lados hasta que los dedos apunten hacia el cielo. Estírate hacia arriba y exhalando flexionate hacia adelante -desde las caderas- hasta apoyar las palmas de las manos en el piso a cada lado del pie correspondiente. Si necesitas puedes flexionar las rodillas o utilizar algún complemento -como los ladrillos de yoga- para darte más altura. Deja que tu torso cuelgue a la vez que se estira. Relaja la espalda, el cuello, la cabeza, los ojos... Permanece en esta postura durante 10 o 15 respiraciones suaves. Al voltear la cabeza hacia abajo permite que más sangre oxigenada fluya hacia el cerebro.

# 5.- Postura del Conejo: Ponte de rodilla erguida y apoya los dedos de los pies hacia adentro. Siéntate sobre los talones y flexiónate hacia adelante apoyando la coronilla en el piso, cerca de las rodillas. Lleva tus manos hacia cada talón. Eleva la pelvis -la cola- y mécete lentamente hacia adelante, redondeado la espalda. Siente el apoyo en la coronilla de tu cabeza, pero sin presionar demasiado. Relaja el cuello, la mandíbula, el rostro... Sostén la postura por unas 8 respiraciones suaves. Luego, inhalando incorpórate y repite 3 veces más. Si duelen un poco las rodillas puedes usar unas mantas dobladas debajo para ablandar el apoyo.

Bhramari Pranayana
# 6.- Respiración de la Abeja: Siéntate con las piernas cruzadas en Posición Fácil -Sukhasana-. Observa que tus isquiones -los huesitos de la cola- estén apoyados por igual en la colchoneta, la pelvis en posición neutra y la columna vertebral erguida. Primero realiza unas cuantas respiraciones profundas, y cuando lo decidas lleva tus dedos índices al oído correspondiente; de tal forma que los orificios auriculares queden tapados. Toma una inspiración profunda por nariz y exhala por la boca, dibujando una semisonrisa y con los dientes juntos. Al salir el aire entre los dientes produce un sonido audible como el zumbido de las abejas... El sonido debe oírse agradable y producir un efecto de vibración en la cabeza y en el pecho. Comienza haciendo de 5 a 10 respiraciones bhramari y ve aumentando la cantidad progresivamente con los días.

# 7.- Postura del Muerto - Relajación Final: Acuéstate sobre tu espalda en una colchoneta. Observa que tu columna esté alineada y alargada. Separa un poco las piernas y deja caer los pies hacia afuera. Coloca los brazos a una corta distancia del cuerpo y voltea las palmas de las manos hacia arriba. Gira la cabeza de un lado a otro un par de veces hasta encontrar su eje. Retrae suavemente el mentón. Cierra los ojos. Esta es la postura corporal ideal de relajación, ya que el cuerpo no necesita utilizar ningún músculo lo que permite aflojar y soltar cada parte del cuerpo. Comienza por los dedos de los pies hasta llegar al cuero cabelludo y toda la piel. Permite también que tus órganos vitales internos se relajen. Por último, relaja la mente...

Savasana - Postura del Muerto


Fluye con tu práctica. ¡Namasté!

Texto: Natalia Calvo


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