sábado, 9 de mayo de 2015

Relajación Muscular + Visualización 'Luz Dorada'


La relajación consciente es una parte muy importante en la práctica de Yoga. Se practica mejor con los ojos cerrados y tumbado boca arriba -ya que en esta posición el cuerpo no necesita realizar ningún esfuerzo físico permitiendo relajar todos los músculos-.



Procedimiento de la Sesión de Relajación


Advertencia: Si bien la práctica de visualización no es lesiva per se, está contraindicada para personas que padecen problemas mentales graves, personas que tienen dificultades para distinguir entre la fantasía y la realidad y/o experimentan alucinaciones.


Postura de Relajación
Posición Inicial: Recuéstate en Savasanapostura del muerto-, cierra los ojos y observa los apoyos en la colchoneta, especialmente procura que tu columna esté completamente apoyada y alineada. Retrae levemente el mentón hacia el pecho para relajar el cuello y la garganta. Luego dirige tu atención a cada parte del cuerpo en forma ascendente, comenzando por los pies; sintiendo si todavía hay alguna tensión... y la relajas.  Intenta permanecer inmóvil y no dormirte durante todo el ejercicio. 


Primera Parte: Relajación Muscular

Toma conciencia de tu respiración, inspirando y expirando profundamente por nariz unas seis veces. 
Después lleva tu atención a los pies. Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; repítelo mentalmente: 'pesan y se relajan'. 
Ve subiendo tu atención llevándola hacia la antepierna y rodillas. Tómate tu tiempo para sentirlas y después imagina y siente como pesan y se relajan... pesan y se relajan.
Sigue subiendo llevando tu atención hacia los muslos, caderas, genitales, glúteos y cintura. Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan... pesan y se relajan. 
Sigue subiendo llevando tu atención ahora hacia el abdomen, pecho, espalda, hombros, brazos y manos. Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan... pesan y se relajan.
Sigue subiendo llevando tu atención hacia el cuello, cada parte de la cabeza, músculos del rostro y cuero cabelludo. Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan... pesan y se relajan.
Vuelve a respirar profundamente unas seis veces y siente cómo todo tu cuerpo pesa y se relaja... pesa y se relaja. 
Finalmente visualízate como una unidad cuerpo-mente e invita a la mente a relajarse.
Tiempo: Practícala entre 5 y 15 minutos.


Segunda Parte: Visualización 'Luz Dorada'

A continuación imagina una luz dorada y brillante que comienza a introducirse en tu mente.
Esa luz es totalmente revitalizante, de manera que siente como se despeja tu mente y se calma cualquier ansiedad.
Visualiza como esa luz va bajando desde tu cabeza, a través de tu cuello, hombros, espalda, brazos y manos; pecho, abdomen, cintura, glúteos y genitales, pantorrillas y muslos, rodillas, antepierna, tobillos y finalmente pies. 
Tómate todo el tiempo que necesites para visualizar como esa luz va inundando todas las partes de tu cuerpo y las revitaliza, despeja y equilibra. Volviéndote radiante como un sol.
Cuando hayas llegado a los pies imagina y siente como esa luz dorada que recorre todo tu cuerpo, sale a chorros por las plantas de tus pies.

Finalización: Para salir de la relajación trae tu conciencia nuevamente a la habitación donde te encuentras... Comienza a movilizar poco a poco tu cuerpo, gira los tobillos, mueve suavemente los dedos de las manos, lleva las rodillas al pecho y mécete desde la cintura hacia un lado y hacia el otro; hasta ir desperezándote del ejercicio y finalmente abre los ojos. El ejercicio de relajación ha terminado.


Tercera Parte: Estiramiento de la Columna hacia las cuatro direcciones

Cuando lo sientas, levántate lentamente y estírate, especialmente la espalda. Eleva los brazos por arriba de la cabeza, junta las palmas e inclínate hacia la izquierda estirando el lateral derecho, luego estírate hacia el otro lado. Inclínate levemente hacia atrás y desde las caderas flexiónate hacia adelante. Relaja toda la columna vertebral, deja que el torso caiga por la fuerza de gravedad. No intentes tirar, porque volverás a tensar los músculos y estamos buscando preservar el estado de relajación. Incorpórate vertebra a vertebra, lo último que sube es la cabeza. 



Fluye con tu práctica. ¡Namasté!

Texto: Natalia Calvo

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