Muchas son las personas que llegada la hora del descanso no pueden desconectar de todas las actividades del día, y durante la noche permanecen en vilo acosadas por una larga lista de preocupaciones. Esto desencadena a corto plazo una baja de energía psico-física reduciendo nuestro potencial y aumentando la ansiedad.
Las posturas propuestas son:
Advertencia: No todas las posturas son indicadas para todas las personas. Práctica con atención y escucha los mensajes que te envía tu cuerpo.
#1.- Saludo Alto: Desde la postura
de la montaña, de pie con los pies y las rodillas juntas. La pelvis neutra
y la columna erguida. El pecho y los hombros abiertos. Los brazos a los lados
del cuerpo con las palmas hacia adentro. La cabeza en posición natural y la
mirada hacia adelante.
Inhalando eleva los
brazos por los lados hasta juntar las palmas por arriba de tu cabeza. Mira
hacia las manos. Exhalando y regresa los brazos y la cabeza a la posición
inicial en el sentido inverso. Repite 10 veces y relaja.
#2.- Postura de la
Silla Fácil: Inhalando eleva los brazos y exhalando flexiona las
rodillas bajando un poco la pelvis y los brazos a la altura de los hombros.
Sostén la postura final de 3 a 5 respiraciones suaves.
#3.- Postura de la Pinza
de Pie: De la posición anterior. Inhala y extiende las rodillas, exhala
y flexiona el torso hacia las piernas; apoyando las manos a cada lado de los
pies. Sostén la posición final de 10 a 30 respiraciones. Para suavizar la
postura puedes dejar flexionadas las rodillas.
#4.- Postura del Perro
Boca Abajo: De la posición anterior. Camina con tus pies hacia atrás
hasta sentir que formas una "v" invertida con tu cuerpo. Sostén la
posición final de 10 a 30 respiraciones profundas.
#5.- Postura de la
Esfinge: De la posición anterior. Exhalando apoya las rodillas. Camina
con tus manos hacia adelante y apoya los antebrazos, luego baja la pelvis.
Inhalando arquea la columna y abre el pecho. Sostén de 3 a 5 respiraciones
suaves. Suaviza la expresión de tu rostro.
#6.- Postura del
Puente: Tiéndete boca arriba en posición
semi-supina con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en la
colchoneta. Los brazos a los lados del cuerpo con las palmas hacia abajo. Inhalando
eleva la pelvis, arqueando al columna y abriendo el pecho. Exhalando vuelve a
la colchoneta, apoyando primero las dorsales, luego las lumbares y por último
la pelvis. Repite unas 10 veces y en la última sostén la posición de 3 a 5
respiraciones suaves.
#7.- Postura del Niño
Feliz: En posición semi-supina, observa que toda tu columna esté alineada.
Trae las rodillas flexionadas al pecho y sujétate de los pies por el lado
externo. Separa las piernas hacia los lados del cuerpo y -sin forzar ni hacer
rebotes- presiona suavemente los pies hacia abajo y relaja. Relaja las caderas.
Repite unas 10 veces, luego sostén la posición final de 5 a 10 respiraciones
profundas.
Si practicas esta sesión justo antes de irte a dormir, puedes dejar la colchoneta y practicar las dos posturas que siguen en tu cama. Intenta no dormirte. Luego de la relajación final en vez de incorporarte puedes entregarte plácidamente al sueño.
#8.- Respiración
Profunda en Postura del Ángulo Cerrado Recostado: De la posición
anterior. Apoya nuevamente los pies en la colchoneta y exhalando libera las caderas
dejando que las rodillas caigan hacia los lados. Observa que las plantas estén
juntas y acerca los talones hacia el pubis. Puedes llevar la mano derecha hacia el abdomen y la izquierda hacia el pecho para percibir mejor la respiración. Sostén la posición unos 3 minutos practicando
la respiración profunda.
#9.- Postura del
Muerto: De la posición anterior. Junta las rodillas y luego extiende
las piernas. Observa que tu columna esté alineada, el mentón levemente
retraído, los brazos a una distancia cómoda del cuerpo con las palmas hacia
arriba, deja que los pies caigan hacia los lados. En esta posición el cuerpo no
necesita utilizar ningún músculo, por eso es la mejor postura para relajar
completamente el cuerpo-mente. Utiliza tu respiración para relajar parte a
parte tu cuerpo. Al inhalar toma conciencia de las tensiones y al exhalar
aflójalas y suéltalas. Deja ir las preocupaciones y céntrate en este momento de
quietud y sosiego. Permanece en esta posición de reposo de 3 a 5 minutos.
Fluye con tu práctica y
dulces sueños. ¡Namasté!
Texto: Natalia Calvo
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